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IATF 16949 - Desarrollo del SGC del proveedor

17 agosto 2020
Cuando se introdujo la norma IATF 16949 en 2016 también se introdujo la cláusula 8.4.2.3.

Esta cláusula requiere que la organización "utilizando un modelo basado en el riesgo, debe definir un nivel mínimo aceptable de desarrollo del SGC y un nivel de desarrollo del SGC objetivo para cada proveedor".

La cláusula continúa diciendo que "un sistema de gestión de la calidad certificado según la norma ISO 9001 es el nivel mínimo de desarrollo inicial aceptable. Basándose en el rendimiento actual y en el riesgo potencial para el cliente, el objetivo es hacer avanzar a los proveedores a través de la siguiente progresión de desarrollo del SGC", con "el objetivo final de que las organizaciones elegibles obtengan la certificación de esta norma de SGC para el sector del automóvil (IATF 16949)".

El término "elegible" se refiere a la elegibilidad de una organización para ser certificada según la norma IATF 16949.  Básicamente, si no produce un producto o presta un servicio que forme parte de un producto, por ejemplo, la soldadura, el chapado, la pintura, etc., que vaya a parar a un vehículo de carretera (no a uno de construcción, militar o agrícola), entonces no puede optar a la certificación según la norma IATF 16949.

Parte de la redacción anterior procede de una interpretación dada por la IATF, que altera la redacción y los requisitos de esta cláusula respecto a los que figuran en la norma. Esta interpretación se ha dado para aclarar ciertos requisitos de esta cláusula.

Bien, ya sabemos lo que tenemos que hacer y, lo que es igual de importante, por qué tenemos que hacerlo. Es evidente que existen riesgos asociados a la cadena de suministro y minimizarlos sólo puede ser positivo. Pero aquí viene el reto. ¿Cómo podemos conseguirlo?

Para algunas organizaciones, normalmente las que están más arriba en la cadena de suministro, el nivel 1 o el nivel 2 de los fabricantes de equipos originales, esto no suele ser un reto, ya que tienen recursos dedicados a trabajar con su base de proveedores. Además, suelen tener suficiente influencia con sus proveedores para ayudarles a desarrollarse.

¿Pero qué pasa con las PYMEs? Aquellas empresas con menos de 50 personas, o aquellas cuya cartera de pedidos no está compuesta en su totalidad por negocios de automoción y que, por tanto, tienen poco poder adquisitivo, pedirles mejoras o cambios en su forma de operar es complicado, y mucho menos pedirles que implanten y paguen por un sistema de gestión conforme o certificado según la norma IATF 16949. ¿Cómo pueden satisfacer los requisitos de esta cláusula, al tiempo que añaden valor y minimizan los riesgos para su propio negocio y la cadena de suministro en la que operan?

Según mi experiencia, el principal reto en este caso es, tener la suficiente influencia para dirigirse a los proveedores y pedirles que adopten prácticas que vayan más allá de su sistema de gestión certificado por la norma ISO 9001. En muchos casos, los proveedores no están dispuestos a hacerlo. Suelen explicar que el negocio que usted hace con ellos es tan pequeño que no justifica que cambien sus procesos para adaptarse a sus peticiones. ¿Y qué hacer entonces?

Su propio análisis de riesgos muestra que para su empresa estos proveedores representan un riesgo y que todavía hay que cumplir los requisitos de la norma. La mejor solución que he encontrado es demostrar a sus proveedores los beneficios que pueden aportar a su negocio si adoptan herramientas y técnicas de automoción. Por ejemplo, ¿realizan sus proveedores un análisis eficaz de la causa raíz cuando identifican una no conformidad?

Tal vez podría destacarles las ventajas de herramientas como los diagramas de Ishikawa (cola de pescado), que cuando se combinan con el análisis de los 5 porqués pueden ayudar a una organización a encontrar la causa verdadera y completa de un problema. También puede considerar la posibilidad de mostrarles las ventajas de un enfoque 8D para la resolución de problemas. Cuando se combina con un análisis eficaz de la causa raíz, les permite solucionar un problema y evitar que se repita con mayor éxito. A continuación, puede demostrar que la aplicación de las lecciones aprendidas de este ejercicio a productos y procesos similares puede evitar que se produzcan estos problemas en otras partes de su organización.

Seguro que el uso de estas técnicas les beneficia. También podría considerar la posibilidad de darles acceso a sus propios formularios estandarizados para completar estas tareas. De este modo, si se encuentra con un problema de los proveedores, su respuesta estará en un formato con el que esté familiarizado.

Otro beneficio potencial que podría destacarse ante sus proveedores es el uso del Análisis Modal de Fallos y Efectos (AMFE). La norma ISO 9001 exige que una organización identifique los riesgos y las oportunidades. ¿Qué mejor herramienta puede haber para hacerlo de forma estructurada?

En un principio, las metodologías para llevar a cabo este ejercicio pueden parecer desalentadoras. Sin embargo, como expertos en sus campos elegidos, serán plenamente conscientes de los riesgos que plantean sus productos y procesos. El uso de un AMFE les permitirá captar y analizar estos riesgos de forma estructurada, por lo que estarán en la mejor posición para abordar estos riesgos de forma organizada e informada.

Por último, mediante la minimización o eliminación de estos riesgos, su proveedor evitará problemas que les supondrían tiempo y dinero. De nuevo, es un aspecto beneficioso.

Puede tomar sus conocimientos y experiencia de todas las herramientas y técnicas de automoción, que utiliza a diario, y distribuirlos entre su base de proveedores. Mediante su uso, podrá mejorar el rendimiento de sus proveedores, evitar problemas, minimizar riesgos y ayudarles a desarrollar sus sistemas de gestión para que cumplan la norma IATF 16949.

Por último, si sus proveedores están dispuestos a aceptarlas y usted dispone de los recursos necesarios para llevarlas a cabo, podría realizar auditorías de segunda parte a sus proveedores. A partir de estas auditorías podrá identificar las áreas de los sistemas de gestión de sus proveedores que más podrían beneficiarse del uso de herramientas y técnicas de automoción. A continuación, podrá transmitir su experiencia, ofrecer orientación y compartir los formularios y documentos de su propio sistema de gestión. Sus proveedores podrán utilizarlos para reforzar y desarrollar a su vez su sistema de gestión.

Sin duda, todo esto sólo puede ser bueno para toda la cadena de suministro a largo plazo.