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60 segundos con Patricia Conde

01 junio 2020
Patricia Conde, Responsable de Administración de NQA España, comparte con nosotros sus momentos más memorables durante 5 años trabajando en NQA y destaca los beneficios que encuentran nuestros clientes al certificarse.
 

¿En qué consiste tu puesto de trabajo en NQA?  

 

A pesar de no haber tenido ningún contacto anterior con el mundo de las certificaciones y de los estándares, este campo me atrapó desde mis inicios y a día de hoy me sigue pareciendo cada vez más interesante.
He visto como poco a poco han ido mejorando y afianzándose mis competencias en mi puesto de trabajo, y actualmente algunas de mis tareas diarias consisten en lo siguiente:
 
Planificación anual de auditorías, organización de equipos, tramitación de certificaciones, nexo con la certificadora central europea, atención y orientación al cliente, alta y baja de los mismos, intermediación con consultoras, gestión y seguimiento de nuevos mercados y alcances en Latinoamérica.
 
A rasgos generales, soy un punto de contacto o nexo entre el cliente, el auditor y la central europea.

 

¿Cuál ha sido momento tu momento más memorable, desde que llevas trabajando en NQA?

 

Tras varios años de esfuerzo y de gran dedicación, la plantilla de trabajo de NQA España fue denominada ‘Oficina Crítica’.
Antes de proceder y ejecutar este gran cambio, se plantearon unas formaciones en la ciudad de Madrid, a la cual tuve el placer de estar invitada para participar en ellas.
 
Allí tuve la suerte de conocer a los más grandes profesionales y responsables de esta organización; lo cual me hacía sentir no solo nerviosa, si no también afortunada.
Fueron varios días de gran aprendizaje pero también de reuniones más informales, donde todos tuvimos la oportunidad de relacionarnos de un modo más cercano.
Disfrutamos de unos días tan interesantes como divertidos.

 

¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en NQA?

 

Lo mejor de mi trabajo es sin duda cuando nuestros clientes nos agradecen personal y expresamente el trato recibido, y nos felicitan por la manera tan eficiente que tenemos de trabajar.
Ese momento es dónde tu trabajo más gratificante se vuelve.
 
Pero sobre todo me quedo con el gran equipo de trabajo al que pertenezco, de los cuales no dejo de aprender ni un solo día.
El clima laboral es inmejorable, nunca faltan la ayuda y el apoyo diario y mutuo; podemos considerarnos sin duda una gran familia.