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Cómo implantar ISO 9001 en su empresa: Guía paso a paso

16 setiembre 2024
Tanto si es una pequeña empresa como una gran corporación, ISO 9001 puede ayudarle a racionalizar los procesos, mejorar la calidad de los productos e impulsar la mejora continua.


En el competitivo entorno empresarial actual, la gestión de la calidad es clave para generar confianza, garantizar la satisfacción del cliente y mantener la eficiencia operativa. Una de las mejores formas de conseguirlo es implantando la norma ISO 9001:2015, la norma internacionalmente reconocida para los sistemas de gestión de la calidad (SGC). 

He aquí una guía paso a paso sobre cómo implantar la norma ISO 9001 en su empresa.

1. Comprender la norma ISO 9001 y sus ventajas

Antes de lanzarse a la implantación, es esencial que entienda claramente qué es ISO 9001 y cómo puede beneficiar a su empresa. ¿Qué espera conseguir con ella? 
La norma ISO 9001 establece los criterios de un SGC y se basa en una serie de principios de gestión de la calidad, entre los que se incluyen una fuerte orientación al cliente, la participación de los directivos, un enfoque basado en procesos y la mejora continua.

Los beneficios incluyen:
  • Mejora de la calidad de los productos y servicios

  • Mayor satisfacción del cliente

  • Racionalización de las operaciones y reducción de los residuos

  • Mejor cumplimiento de la normativa

  • Mayor credibilidad empresarial

2. Compromiso de liderazgo

Para implantar y mantener con éxito la norma ISO 9001 en su organización necesitará el compromiso total de la alta dirección. No sólo es un requisito de la norma, sino que la dirección debe participar desde el principio, ya que su apoyo garantiza que se puedan proporcionar los recursos, el tiempo y la autoridad necesarios para que se produzcan los cambios.

La dirección debería:
  • Comprender los requisitos de la norma ISO 9001

  • Comunicar la importancia de la gestión de la calidad a todo el equipo

  • Establecer objetivos de calidad acordes con los objetivos estratégicos de la empresa.

  • Asignar recursos para la formación, la aplicación y el mantenimiento continuo.

3. Realizar un análisis de deficiencias

La realización de un análisis de deficiencias le ayudará a identificar las áreas en las que sus procesos actuales pueden no cumplir los requisitos de la norma ISO 9001. 

Tendrá que revisar sus procesos, políticas y procedimientos actuales para determinar qué necesita mejorar. Esto le servirá de base para su plan de implantación.

Áreas clave a evaluar:
  • Control de procesos
  • Satisfacción y comentarios de los clientes

  • Gestión de riesgos

  • Prácticas documentales

  • Auditorías internas y medidas correctoras

  • Los resultados del análisis de carencias le ayudarán a priorizar las áreas que requieren más atención.

4. Crear un plan de ejecución
Una vez finalizado el análisis de deficiencias, puede avanzar en la creación de un plan de implantación detallado. Este plan debe definir los pasos específicos que debe dar para lograr la certificación ISO 9001, incluidos los que sean necesarios:

  • Actualización de procesos: Determinar qué procesos necesitan mejoras o documentación.

  • Calendario: Establezca un calendario realista para cada fase de la aplicación.

  • Responsabilidades: Asigna funciones a los miembros del equipo que dirigirán las distintas partes de la aplicación.

  • Necesidades de formación: Garantizar que los empleados de todos los niveles comprenden la norma ISO 9001 y su papel en el mantenimiento de la calidad en todo el proceso.



5. Documente su Sistema de Gestión de la Calidad (SGC).

Uno de los requisitos básicos de la norma ISO 9001 es disponer de un sistema de gestión de la calidad bien documentado. La documentación garantiza la coherencia, la responsabilidad y una base para la mejora continua.

Algunos de los documentos clave que puede tener en cuenta podrían ser:

  • Un manual de calidad

  • Su política y objetivos de calidad

  • Diagramas de flujo y descripciones de procesos

  • Procedimientos normalizados de trabajo (PNT)

  • Registros de todas las auditorías internas, conclusiones y medidas correctoras adoptadas.

Es importante asegurarse de que la documentación sea clara, accesible y se actualice periódicamente. Esto no solo le ayudará durante el proceso de certificación, sino también en el cumplimiento a largo plazo.





6. Forme a sus empleados

La formación es un paso fundamental para garantizar que la norma ISO 9001 se convierta en una parte permanente de la cultura de su empresa. Los empleados deben comprender tanto la importancia de la gestión de la calidad como sus funciones específicas dentro del SGC.

Puede que quiera pensar en formar al personal:

  • Conceptos básicos de ISO 9001 y su finalidad

  • Cómo seguir los procesos y procedimientos documentados

  • Notificación de no conformidades y medidas correctoras

  • La importancia de la satisfacción del cliente


7. Implantar y supervisar su SGC

Una vez documentados los procesos y formado el equipo, es hora de implantar el SGC. Empiece por aplicar los procedimientos nuevos o revisados en toda la organización, asegurándose de que todo el mundo los sigue de forma coherente.

Para saber si funciona para su empresa, es importante controlar y medir periódicamente el rendimiento de su SGC. La norma está diseñada para ser flexible, de modo que pueda adaptarse a su empresa y no tenga que ser rígida o restrictiva.

 ¿Qué podría controlar?
  • Auditorías internas: Las auditorías internas periódicas le ayudarán a comprobar si se sigue el sistema y a identificar áreas de mejora.

  • KPI: Utilice indicadores clave de rendimiento (KPI) para medir el rendimiento con respecto a sus objetivos de calidad.

  • Comentarios de los clientes: Recopile activamente las opiniones de los clientes y realice ajustes en sus procesos en función de sus necesidades.

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8. Realización de auditorías internas y revisión

Las auditorías internas son un requisito de la norma ISO 9001 y ayudan a garantizar que el SGC funciona eficazmente. Estas auditorías deben ser realizadas por empleados competentes que puedan evaluar objetivamente el rendimiento del sistema.

Tras las auditorías internas, organizar revisiones de la gestión para evaluar las conclusiones y tomar decisiones y medidas estratégicas. 

Las revisiones de la gestión deben centrarse en:
  • Resultados de la auditoría

  • Comentarios y quejas de los clientes

  • Rendimiento del proceso y conformidad del producto

  • Oportunidades de mejora

  • Reducción de riesgos

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9. Adoptar medidas correctoras

Cuando se detectan problemas, ya sea a través de auditorías internas o de las opiniones de los clientes, es importante tomar medidas correctivas. Esto implica identificar la causa del problema y aplicar medidas para evitar que se repita en el futuro.

Documentar estas acciones es esencial, ya que demuestra su compromiso con la mejora continua, un principio básico de la norma ISO 9001.

10. Obtener la certificación

Una vez que su SGC se haya implantado y comprobado mediante sus propias auditorías internas, puede solicitar la certificación ISO 9001 a un organismo de certificación acreditado (NQA está acreditado por UKAS). El organismo de certificación llevará a cabo una auditoría externa para evaluar si su SGC cumple los requisitos de la norma ISO 9001.

La auditoría externa suele realizarse en dos fases:

Fase 1: Revisión preliminar de la documentación y el SGC.

Fase 2: Una auditoría completa para garantizar que su sistema funciona según lo previsto.

Tras superar con éxito la auditoría, su empresa recibirá la certificación ISO 9001, que tiene una validez de tres años, con auditorías anuales de vigilancia para garantizar el cumplimiento continuado.



11. Mantenga y mejore su SGC

ISO 9001 no es una certificación que se obtiene una sola vez, sino un compromiso permanente con la gestión de la calidad. Tendrá que mantener y mejorar continuamente su SGC:

  • Realización periódica de auditorías internas y revisiones de la gestión

  • Respuesta a los cambios en los procesos empresariales o las necesidades de los clientes

  • Fomentar una cultura de mejora continua en su equipo


Conclusión

Implantar la norma ISO 9001 en su empresa es una inversión en calidad, eficacia y satisfacción del cliente. 

Puede crear un SGC sólido que cumpla las normas internacionales y favorezca el éxito a largo plazo. 

La certificación ISO 9001 no sólo aumentará la credibilidad de su empresa, sino que también le ayudará a racionalizar y perfeccionar sus operaciones, reducir los residuos y superar las expectativas de los clientes.

Tanto si se trata de una empresa joven como de una consolidada, la norma ISO 9001 puede transformar su forma de enfocar la calidad, convirtiéndola en una herramienta vital para el crecimiento y la sostenibilidad.



Autor:
Clark Boles – CBO Associates Ltd.

 
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