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ISO 45001:2018 - Consulta y participación

22 junio 2021
En la norma ISO 45001:2018 (Seguridad y Salud en el Trabajo) el requisito de consulta y participación de los trabajadores se define en la cláusula 5.4. Se trata de un requisito sólido y fundamental que se aplica en toda la norma.

También hay que decir que la consulta y la participación de los trabajadores y las partes interesadas engloba a todos los sistemas de gestión, y que es deseable una comunicación eficaz en todas las organizaciones.

Pero, ¿qué significa todo esto y cómo se puede demostrar que se cumplen los requisitos de la norma?

¿Qué entendemos por "consulta"?

No se trata de decir a la gente lo que tiene que hacer, sino de un proceso de recopilación e intercambio de información y opiniones para influir potencialmente en lo que hay que hacer y cómo.

Se espera de la participación de las partes interesadas en el proceso y es de esperar que se comprometan más y apoyen el resultado y las actividades decididas.

Esto debe ser en todos los niveles relevantes de la organización y no sólo dirigido a los roles de gerencia existentes.

En el caso de la seguridad y salud en el trabajo, cuanto más eficaces sean la "consulta y la participación", mayores serán las mejoras a largo plazo, a medida que la organización y las prácticas de trabajo se desarrollen, impulsando así el proceso de mejora continua y la reducción de peligros y riesgos.

¿Qué entendemos por "participación"?

La participación es una consideración y un resultado del proceso de consulta y puede adoptar la forma de:

  • Información sobre riesgos

  • Asistir y contribuir a los debates y revisiones

  • Sugerir métodos mejorados

  • Reducciones de riesgo revisadas

  • Oportunidades de desarrollo del personal, por nombrar sólo algunas.

Una organización con una cultura de apoyo a la consulta y la participación puede mejorar considerablemente su rendimiento en toda una serie de operaciones, no sólo en materia de seguridad y salud.

Tenemos que aprovechar estos beneficios, y puede ser algo más que celebrar reuniones periódicas, tanto formales como informales.

Si se celebran estas reuniones y se plantean repetidamente las mismas cuestiones sin ninguna forma de mejora o resolución, la consulta y la participación acabarán fracasando, y los participantes podrían desentenderse y retirar su interés.

Piense en lo que pretende conseguir, en quién debe asistir, en la naturaleza de las palabras y el lenguaje utilizados, en el lugar de la reunión, en cómo se medirá el éxito, en cómo proporcionará retroalimentación y explicaciones sobre por qué algunas ideas deben adoptarse y otras no.

El intercambio de información debe ser oportuno para permitir la debida consideración antes de tomar decisiones. La retroalimentación debe ser antes de la implementación, para no sorprender a los individuos y mantener el respeto por los participantes y el proceso.

En resumen, todos deberíamos considerar la eficacia de nuestros procesos de consulta y participación: pensar en cómo pueden mejorarse, contar con las personas apropiadas, realizarlos a un nivel y en un lugar adecuados para los participantes, y organizarlos de manera que favorezcan el compromiso con el respeto.

Todo esto puede parecer más fácil de decir que de hacer, pero sus esfuerzos pueden dar grandes recompensas, y deben ser vistos como una inversión y no sólo como un coste o una actividad rutinaria a completar sin beneficio.